Serie A: Especiales: Grazie Architetto!

Grazie Architetto!

14/Julio/2015

Difícilmente un jugador que haya estado en los tres principales equipos en Italia, será tan querido y apreciado por todas sus aficiones como lo es, el día de hoy, Andrea Pirlo. Ese artista en una era de atletas.

No te estas retirando, y dices que seguirás compitiendo con la selección azzurra. Sin embargo, sabemos que tus días en el más alto nivel están quedando atrás.

Esos días en los que a muchos nos recuerdas porqué amamos el fútbol. Desde que comenzaste tus pasos como futbolista en el Flero, cerca de Brescia. Siempre has sido un poeta con el balón a tus pies, un escritor listo para lanzar un poema de 30 metros a los pies del delantero por detrás de la línea defensiva; un escultor creando la figura de un arquero estirándose al no poder alcanzar ese disparo que se cuela por el ángulo. 

Y actualmente, eres simplemente un artista en una época de atletas, una época de soldados. Con el futbol evolucionando en un deporte más físico que técnico, tú, Architetto, te has mantenido fiel a tus atributos. Tratando a la pelota como a un amigo, no como un instrumento. Virtuoso en posesión más que en posicionamiento, aunque también excelso en él. 

Supiste superar la adversidad desde muy joven. Cuando tu paso por el Inter fracasó, no bajaste la cabeza pensando que no triunfarías al máximo nivel. Al contrario, volviste a tus raíces y, ahí, de la mano del genio de Carlo Mazzone, hiciste tuya una posición que pareció fue creada para que la perfeccionaras.

Ahí, justo adelante de los centrales. Ahí, donde empezabas pidiendo, exigiendo la redonda en tu botín. Desde esa zona, tu zona, dónde nació aquel misil que Baggio tomó para vencer a Van der Sar, en el campo de la Juventus, en Turín.

Esas actuaciones que te llevaron al otro lado de Milano, dónde encontraste un escudero ideal en Genaro Gattuso. Tu barredora personal. Con él a tu lado, no hubo mediocampo que se resistiera a esa máquina de futbol. Conquistaron Old Trafford primero, claudicaron en una tarde extraña en Estambul y después, en el zenit de sus carreras, Atenas fue testigo de una nueva hazaña. No hubo título que se negara al talento que desplegabas.

Puedo también hablar que has sido un tipo que nunca conoció la presión y el estrés de tu profesión. Bien lo dijiste una vez, “Yo no siento presión…no me importa un carajo. Pase el día del domingo 9 de julio de 2006 durmiendo y jugando Playstation. En la tarde salí y gané la Copa del Mundo”. De ese tamaño es tu genio. Ese genio que fue puesto a prueba cuando el club de tu vida, el club de tus amores, tu Milán, te echó por la puerta de atrás pensando que tus mejores días habían pasado.

Y en el 2011, fue en Turín nuevamente, donde una Vieja Señora te rescató y pudiste revivir como en 2001. Ahí, como bastión de un equipo en reconstrucción, te eregiste líder y llevaste al equipo a nuevas alturas. Fue una lástima ver, que en tu último partido, las lágrimas fueron el ingrediente principal de un encuentro que debió ser para la posteridad de los tuyos. Sin embargo, los protagonistas te reconocieron desde el momento en que sonó el silbatazo final.

Así como hoy yo te reconozco, Andrea, por ser el más latino de los europeos, ese que recurre más al talento que a la fuerza. Ese que pone como prioridad a la pelota sobre el verde. Te reconozco como un futbolista especial, uno en peligro de extinción, de esos que cambian un partido con un momento de los que muchos llegan a soñar toda la vida.

Y te agradezco, Maestro, por tantas tardes de alegría que me diste, como aficionado del futbol italiano, como aficionado del deporte más hermoso del mundo. Por eso te deseo suerte en esta nueva aventura norteamericana. Que sigas encendiendo los campos de un lugar no tan pasional por este deporte, y les inyectes esa pasión. 

Por eso y tanto más, hoy te digo: Grazie Architetto!.

Eduardo Valle

@evalle88

@DebateGoleador