Crónica: Atlético de Madrid vs Galatasaray.

Fecha: 25 de Noviembre de 2015

Jornada: 5 de Champions League

Estadio: Vicente Calderón

Con un capitán que se quedó con el papel de asistente y un delantero que se enfundó el traje de goleador tuvo suficiente el Atlético de Madrid para alcanzar los octavos de final de la Liga de Campeones. Gabi dio el pase y Griezmann lo cerró para los colchoneros. Precisamente, será en Lisboa, ciudad de ingrato recuerdo, donde se jugarán los de Simeone el primer puesto de su grupo.

Antes de destacar el juego de los colchoneros, que estuvieron serios y efectivos sobre el terreno de juego, hay que señalar la imagen que dejó el conjunto turco en su visita a España. Con José Rodríguez de forma inexplicable en el banquillo y un Sneijder que está a años luz de su versión más destacada, los chicos que dirigió Taffarel en esta ocasión sólo pudieron correr tras el balón que movieron los locales.

Es cierto que la primera ocasión del choque la protagonizó Sneijder, pero ni habría sido justo que marcara el holandés ni tuvo intención el tulipán de disparar al fondo de la red. El capitán del Galatasaray se ha convertido en un jugador más. En uno del montón. Incapaz de imponer su fútbol.

Aunque los goles tuvieron los mismos protagonistas, sería un error no resaltar el trabajo de Torres, de Carrasco, de Gámez o de Tiago. El primero hizo un gran movimiento en el primer gol de Griezmann, el segundo gambeteó por la izquierda con efectividad, el lateral llegó con peligro por la derecha y el último se hizo dueño del partido. Todo balón que pasaba por la medular pasaba por sus botas.

Mientras a Fernando Torres se le atraganta el gol cien como rojiblanco, Griezmann da sensaciones de que puede llegar a la centena de un momento a otro. El francés se le caen los goles. De cabeza o rematando, el ex de la Real Sociedad remata lo que le echen. El primero fue tras un centro de Gabipor arriba y el segundo después de que el capitán dejara a su marcador con un caño, levantara la cabeza y pusiera el cuero a la espalda de la defensa para que lo mandara el francés al fondo de la red.

Mucho control, gran seguridad defensiva y un remate de Koke que despejó Muslera en una posición más que forzada terminaron por decorar un partido que dejó buenas sensaciones en los locales y muy malas en un Galatasaray que vive momentos más que complicados.

Por @Kokeoliva