Tigres da el primer zarpazo al jaguar

SAN NICOLÁS DE LOS GARZA, México. Nov. 25, 2015.- Desayuno, comida y cena; entremés, sopa, plato fuerte e incluso el postre. Tigres no se anduvo con rodeos y decidió condensar todo en un solo partido. Un agasajo efímero, pero agasajo al fin, gracias a dos grandes chefs: André-Pierre Gignac, representante de la exquisita escuela francesa, y Damián Álvarez, orgulloso embajador de la pujante corriente argentina. 

Ambos elementos evitaron una catástrofe que parecía asentarse en el Estadio Universitario. Tigres ganó apuradamente 2-1 a Chiapas en la ida de los Cuartos de Final del Torneo Apertura 2015 y fue con dos obras de arte, de aquellos goles que bien pueden servirse como principales atracciones de cualquier banquete, opacando totalmente la anotación conseguida por Juan Insaurralde por parte de la visita. 

La cuestión fue clara para el conjunto de la UANL: fieles a la practicidad de Ricardo Ferretti, Tigres buscó ganar la ida con su "Volcán" cobijando a la mitad de Nuevo León, sin importar el grosor de la ventaja o la forma de conseguirla. 

Sin arriesgar de más, los universitarios empezaron con un toque soporífero para Chiapas pero que servía para inyectar de confianza a los locales. El exceso de presencia en las bandas dificultaba el transcurso del encuentro para unos sureños que contaban con la experiencia de Ricardo La Volpe, otro viejo lobo de mar en el banco. Cuando todo parecía penumbra, llegó André-Pierre Gignac a iluminar lo que podía parecer una cocina abandonada. 

Una espectacular tijera en el área que techó por completo al portero Oscar Jiménez abrió el marcador a los 21'. Una genuina y hermosa parábola para empezar a aderezar la noche neoleonesa; un gol que bien podría ser el más estético de todo el Torneo Apertura 2015. 

Toque y toque, pases, desbordes infructuosos, Tigres no era capaz de hacer daño ante unos Jaguares que empezaron a creer posible el milagro. Para el complemento, Ricardo La Volpe intentó que Vidangossy y Armenteros tuvieran más participación en la tenencia del esférico. Sin poner en duda la superioridad de los locales, Chiapas conseguía tener más tranquilidad para pensar en cosas más grandes. 

Y en efecto, un garrafal error de Israel Jiménez en la salida le abrió la puerta a Juan Insaurralde para empujar la pelota de frente al marco. De poco sirvieron las tres veces que Nahuel Guzmán logró atajadas en los instantes previos; el empate estaba decretado a los 65'. 

¿En Liguilla? Si hay que ganar, también hay que hacerlo con estilo. Ferretti ordenó el ingreso de Damián Álvarez a los 60' y 24 minutos después, el argentino marcaba el último gol de la noche con un bello tiro colocado dentro del área, otra gran trayectoria del balón para redondear par de golazos para la causa norteña. 

Tigres volvió al toque, Chiapas a la pasividad; los Jaguares se quedaron sin comer mientras que su rival se atascó con grandes goles de un banquete que a veces puede ser tan efectivo como unos simples croissants y chilindrinas. La esperanza de los dirigidos por La Volpe es que para la vuelta, a celebrarse este sábado en Tuxtla Gutiérrez, Tigres llegue indigestado. 

Escrito: Eduardo Rodriguez 

Twitter: fitorote