América necesita de magia para ser campeón.

Ignacio Ambriz necesita jugar con la camiseta de visita, cambiarse de banca, que la pobreza se acabe,  que los políticos dejen de ser corruptos, en pocas palabras un milagro. Nacho Ambriz ha demostrado que no tiene el carácter, ni el talento para dirigir un club como el América. El conjunto azulcrema, semana tras semana –recordando a Eduardo Galeano- deja a una afición deseosa de sentir placer por ver buen futbol.  Cuando las águilas atacan lo hacen sin coraje, ni fe, se ve un equipo carente de ideas. 

 

Foto:  Tiempo Real

Uno de los cómplices del estratega es Osvaldo Martínez, centrocampista al que le queda muy grande la número 10. El paraguayo constantemente desaparece de la cancha, no existe ese puente que transporta el balón de la defensa al ataque. Este jugador ha pasado dos años en la sombra del equipo, incluso en ninguno de los campeonatos que ha obtenido en el club formó parte del cuadro titular. Su mal juego no es tan expuesto gracias a Rubens Sambueza.

 

Foto: Imago7

El capitán Sambueza ha demostrado su calidad y la pasión por la camiseta desde el primer minuto que jugó para los de Coapa. Rubens en cada partido tiene que multiplicarse por tres, juega por ambas bandas y por el centro, es el jugador que produce más peligro, ese descarado que deja atrás a las defensas con sus gambetas. Los heróes nunca actúan solos, ese compañero ideal es Paul Aguilar. El lateral acompaña naturalmente en esa banda a Sambu, generando un gran conexión o creando sus propias oportunidades, pero también facilita que el 14 americanista pueda tener mayor libertad para atacar por la otra banda o por el centro.

Además este año es uno especial, es el aniversario cien de la institución por lo que están obligados a ser campeón este año. El centenario será la prueba de fuego para la presidencia de Ricardo Peláez, ¿será capaz de remendar el error de traer a Ignacio Ambriz antes de que sea demasiado tarde? En sus manos está ser amados y recordados para la eternidad o ser odiados y olvidados. Es un año grande y la afición espera poder voltear al pasado y decir que en el 2016 se escribieron “100 años de grandeza”.

Por: David Nava.
Twitter: @davidnh182.