Belgrano y Banfield durmieron a los hinchas
domingo, 21 de febrero de 2016
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El cumpleaños del histórico Olave, casi un gol olímpico y muchas patadas. Belgrano empató sin goles con Banfield, en un partido que tuvo de todo menos bueno fútbol.
En los primeros minutos del encuentro Banfield parecía más punzante que el pirata cordobés, pero al taladro le faltaba precisión. Sin deslumbrar en su juego, el verdinegro avanzaba en el terreno con pelotazos y la velocidad de Gio Simeone.
El inicio del segundo tiempo fue un calco de la primera mitad. Banfield despertó, de un susto, a todos los admiradores. Una gran pelota de Santiago Silva dejó mano a mano a Simeone con Olave. El delantero visitante quiso colocarla por encima del arquero local y la pelota se fue muy por arriba del travesaño.
Las patadas, los raspones y los codazos reemplazaron al buen juego y a las llegadas. Claudio Bieler estiró su brazo y golpeó a Claudio Pérez. Silva, que se caracteriza por su fuerte temperamento, estrelló la pelota contra Farré que se encontraba en el piso. Y, además, el pirata se quedaría con 10 jugadores luego de que Adrian Argacha viera la tarjeta roja.
Los de celeste se acordaron de jugar en el final. Iván Etevenaux, desaparecido durante el encuentro, despertó a Hilario Navarro con un bombazo. El arquero del taladro respondió y envió la pelota al tiro de esquina.
No quedaba más, los hinchas pedían el final y Silvio Trucco, árbitro del encuentro, los complacía con un silbatazo.
En los primeros minutos del encuentro Banfield parecía más punzante que el pirata cordobés, pero al taladro le faltaba precisión. Sin deslumbrar en su juego, el verdinegro avanzaba en el terreno con pelotazos y la velocidad de Gio Simeone.
Belgrano estaba lento e impreciso. No jugaba en el campo de Banfield. Los del sur de Buenos Aires comenzaban a ilusionarse con la dupla Ervitti-Silva. Los jugadores, que integraron el plantel de Banfield campeón en 2009, mostraban parte de esa chispa que antes los caracterizaba.
El conjunto pirata comenzaba a plantarse en defensa y a poder cambatir los embates de la ofensiva de Banfield. Pero el partido aburrido y hacía bostezar a las tribunas. Las retaguardias estaban bien custodiadas y no dejaban participar a los arqueros en el juego.
Sin sus y con pocas jugadas de peligro se despedía el pobre primer tiempo en el Mario Kempes.
El inicio del segundo tiempo fue un calco de la primera mitad. Banfield despertó, de un susto, a todos los admiradores. Una gran pelota de Santiago Silva dejó mano a mano a Simeone con Olave. El delantero visitante quiso colocarla por encima del arquero local y la pelota se fue muy por arriba del travesaño.
Las patadas, los raspones y los codazos reemplazaron al buen juego y a las llegadas. Claudio Bieler estiró su brazo y golpeó a Claudio Pérez. Silva, que se caracteriza por su fuerte temperamento, estrelló la pelota contra Farré que se encontraba en el piso. Y, además, el pirata se quedaría con 10 jugadores luego de que Adrian Argacha viera la tarjeta roja.
Los de celeste se acordaron de jugar en el final. Iván Etevenaux, desaparecido durante el encuentro, despertó a Hilario Navarro con un bombazo. El arquero del taladro respondió y envió la pelota al tiro de esquina.
No quedaba más, los hinchas pedían el final y Silvio Trucco, árbitro del encuentro, los complacía con un silbatazo.
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