En Santa Fe llovieron goles
lunes, 7 de marzo de 2016
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Unión y Racing cerraban la fecha del superclásico y ambos equipos compensaron la falta de gol en Nuñez. Los conjuntos no decepcionaron y brindaron un brillante juego ofensivo pero una paupérrima defensa.
La academia abriría el marcador. Una sucesión de pases de derecha a izquierda, de Roger Martínez para Diego Milito, y de este para los botines de Ricardo Noir, que fusilaría al arquero santafesino.
Mientras los jugadores académicos festejaban el gol, los locales empataban. Un centro sobre el área y un mal rechazo de Saja, dejaban el esférico en los pies de Bruno Pitton que solo tuvo que colocarla a un lado del palo.
Silencioso y sin grandes lujos, así se puede definir el brillante partido de Federico Vismara. El mediocampista central hacía de eje en el ataque de la academia. Todas las pelotas pasaban por sus pies. El volante lanzó un pase alto que Noir desvió para ubicar a Gastón Díaz. El jóven puntero derecho no se inmutó y marcó el segundo ante la salida de Fernández.
Pero el segundo empate no se haría esperar. Un exjugador de Independiente, Claudio Riaño, se convertiría en el autor del nuevo gol. La defensa de Racing se mostró muy permeable, y el delantero del conjunto santafesino se lanzó para desviar una pelota en el área.
Apenas tres minutos habían pasado del gol rojiblanco cuando Milito volvió a ubicar a la academia por encima del marcador. Como buen goleador, el principe solo tuvo que empujar una pelota que quedó suelta en el areá de Unión.
En el segundo tiempo, los locales volverían a igualar el tanteador. El grito sagrado llegó luego de un veloz contraataque. Pitton, autor del primer gol, llegaba hasta los límites del terreno y la tocaba atrás para que Diego Villar sólo tuviera que empujarla. El barbudo se olvidó de su pasado y festejó el tercer empate del encuentro.
Los hinchas locales nunca pudieron estar tranquilos. Dos minutos más tarde Diego Milito marcaba el cuarto gol y transformaba este partido en un encuentro de boxeo. La academia supo devolver siempre los golpes y se mantuvo más firme que Unión.
Para colmo de males, los locales se quedaban con un defensor menos, si es que los defensores existieron en el partido. Emanuel Brítez veía su segunda amarilla y dejaba un gran pasillo en la parte izquierda del ataque racinguista.
Los restantes dos goles llegaron en tiempo de descuento. Luego de tanto buscar el colombiano Roger Martínez encontraría su tan ansiado gol. El benjamín de los tantos estaría en los pies del ídolo Lisandro López, que había ingresado en lugar de Noir.
La academia abriría el marcador. Una sucesión de pases de derecha a izquierda, de Roger Martínez para Diego Milito, y de este para los botines de Ricardo Noir, que fusilaría al arquero santafesino.
Mientras los jugadores académicos festejaban el gol, los locales empataban. Un centro sobre el área y un mal rechazo de Saja, dejaban el esférico en los pies de Bruno Pitton que solo tuvo que colocarla a un lado del palo.
Silencioso y sin grandes lujos, así se puede definir el brillante partido de Federico Vismara. El mediocampista central hacía de eje en el ataque de la academia. Todas las pelotas pasaban por sus pies. El volante lanzó un pase alto que Noir desvió para ubicar a Gastón Díaz. El jóven puntero derecho no se inmutó y marcó el segundo ante la salida de Fernández.
Pero el segundo empate no se haría esperar. Un exjugador de Independiente, Claudio Riaño, se convertiría en el autor del nuevo gol. La defensa de Racing se mostró muy permeable, y el delantero del conjunto santafesino se lanzó para desviar una pelota en el área.
Apenas tres minutos habían pasado del gol rojiblanco cuando Milito volvió a ubicar a la academia por encima del marcador. Como buen goleador, el principe solo tuvo que empujar una pelota que quedó suelta en el areá de Unión.
En el segundo tiempo, los locales volverían a igualar el tanteador. El grito sagrado llegó luego de un veloz contraataque. Pitton, autor del primer gol, llegaba hasta los límites del terreno y la tocaba atrás para que Diego Villar sólo tuviera que empujarla. El barbudo se olvidó de su pasado y festejó el tercer empate del encuentro.
Los hinchas locales nunca pudieron estar tranquilos. Dos minutos más tarde Diego Milito marcaba el cuarto gol y transformaba este partido en un encuentro de boxeo. La academia supo devolver siempre los golpes y se mantuvo más firme que Unión.
Para colmo de males, los locales se quedaban con un defensor menos, si es que los defensores existieron en el partido. Emanuel Brítez veía su segunda amarilla y dejaba un gran pasillo en la parte izquierda del ataque racinguista.
Los restantes dos goles llegaron en tiempo de descuento. Luego de tanto buscar el colombiano Roger Martínez encontraría su tan ansiado gol. El benjamín de los tantos estaría en los pies del ídolo Lisandro López, que había ingresado en lugar de Noir.
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