´Gana fama y échate a dormir´ por Vicente del Bosque
sábado, 19 de marzo de 2016
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Si hay algo en lo que destacó la selección española de fútbol en el lustro que comprende desde 2008 hasta 2012, es en no cansarse de ganar y llevarlo a cabo de forma maravillosa; dos Eurocopas y un Mundial hablan por sí mismos. Es por eso que resultó especialmente llamativo el posterior batacazo en el mundial 2014 y la dolorosa derrota ante Brasil en la Copa Confederaciones 2013.
No fue una sorpresa que el conjunto de la península ibérica no quedase primero en ambas competiciones una vez más, sino la estrepitosa forma en que se despidió de ambos torneos: derrota por 3-0 ante Brasil en la final de 2013, selección que jugó con muchísima más tenacidad ya que pretendía demostrar que el ciclo de los hispanos había finalizado. E ignominiosa manita encajada ante Holanda (si, la misma selección a la que se ganó en 2010, cosas de la ´transición dulce´) en el primer partido del grupo B tan solo un año después, campeonato en que no fue capaz de avanzar hasta los octavos de final, la sorprendente Chile le comió la tostada.
Existen demasiadas preguntas cuya respuesta no resulta nada sencillo averiguar; ¿Cómo es posible pasar del agua al vino en un periodo relativamente corto? ¿Cómo se explica tranformarse en un combinado que roza la mediocridad, si es que no la toca de lleno, cuando hace no tanto cualquier otro país firmaría lo que hiciese falta con tal de no enfrentarse a él? Y he aquí la principal cuestión: ¿Han cambiado demasiadas cosas en algo más de 1000 días, o hay ciertas entidades que han procurado que no cambien las suficientes?
Si alguna mente brillante encontrase la solución a este interrogante, tanto en la teórica como en la práctica; tal vez España seguiría imponiendo su hegemonía en el deporte rey, pero la realidad indica que continua navegando sin rumbo. Digan lo que digan las declaraciones de algunos medios y personalidades, que emiten palabras manchadas por sucios intereses difuminando y emborronando el atolladero en que se encuentra la tricampeona del viejo continente, impidiéndole así encontrar una salida estable a esta precaria situación.
Cuando Vicente Del Bosque cogió el mando de ´La Roja´ en el verano de 2008, se esperaba que mantuviese dos, tres o incluso cuatro años el soporte del conjunto que cautivó al panorama futbolístico en aquel verano, y que, posteriormente, consiguiese afianzar su propio bloque de jugadores, evidentemente en función del rendimiento ofrecido en aquel intervalo de tiempo. No obstante, parece que se ha limitado a mantener el bloque establecido hace 8, ¡¡8!! años, anda que no ha llovido.
Dado que en este lapso han podido ocurrir numerosos sucesos y que el salmantino se agarra con vehemencia al grupo creado en el antepenúltimo año bisiesto, se podría afirmar que no ha habido excesivas variaciones. Pero, paradójicamente, es igualmente posible la antítesis de lo mencionado, esto quiere decir que se antoja plausible una demasía de alteraciones que han perjudicado a un combinado que daba la sensación de ser invencible.
¿Alteraciones por qué, si sólo se han retirado o han debutado jugadores cuando ha sido estrictamente necesario? Alteraciones porque, en un universo utópico, el rendimiento de los deportistas de élite no decaería con la edad, ni con los diversos acontecimientos que nos depara la vida. Quien lograra disponer de la calidad suficiente en algún momento de su carrera como para ir convocado por su país, lo conservaría hasta su último aliento, y jamás dejaría un mal recuerdo a nadie, ya que nunca llegaría al cénit en la modalidad que desempeñase, siempre podría mejorar. Por desgracia, no vivimos en una utopía y cada uno ha de disfrutar su momento en función de sus méritos actuales, no basándose en aquellos que acaecieron en el pasado. En un mundo no utópico, como es el caso del nuestro, debes aprovechar tus oportunidades ya que nada es para siempre en la alta competición, y prolongándolas absurdamente solo se empeoran las circunstancias.
Si nos regimos mediante la ley ´nos ha dado mucho en etapas anteriores, no merece que dejemos de contar con él, quizá siga siendo el mismo´, confiaríamos en Pedro Rodríguez, en que siga siendo ese extremo vertical y veloz que suponía un dolor de cabeza para las zagas rivales en 2011 y no ese jugador que, ya comenzada la temporada 2013-14, dejó de contar en el Barcelona. Y además, al que no le quedó más remedio que dirigirse a Londres en el último mercado estival, ya que no había hueco para él. Con Hiddink ha mejorado una situación atascada con Mourinho pero, ¿qué importan sus actuaciones recientes si hace 5 años era el mejor revulsivo, verdad? ¿Para qué llevar a Lúcas Pérez (15 goles ligueros con el Deportivo) si hace un tiempo no le conocía nadie?
Algo ciertamente similar sucede con Casillas, el mostoleño consiguió el reconocimiento de ´mejor portero´ en bastantes ocasiones, tanto a nivel oficial como ´informal´, la gran mayoría de la gente pensaba que Iker era el mejor guardameta del momento, y razón no les faltaba. Ese Iker Casillas no duró para siempre, ni siquiera hasta 2015, cuando el Real Madrid decidió venderle al FC Porto tras dos duros cursos en que se evidenció su declive, pero eso no es relevante; ayudará más en el europeo de 2016 un gran portero en 2012 que dos cancerberos excepcionales en 2016 (De Gea y Sergio Rico).Incluso el sorprendente Adrián San Miguel merece un premio, buena parte de las opciones del West Ham de clasificarse para torneos internacionales son gracias a sus guantes, y va a salir perjudicado porque es una aparición reciente, no comenzó a triunfar cuando dirigía Luis Aragonés.
Pero ´no solo de pan vive el hombre´, ni el bueno de Vicente solo de viejas glorias, también de jugadores vulgares que la prensa le recomienda por calentar el banquillo de los grandes clubes, ¡qué honor! Y él los acepta gustoso, ya que cuanto menos trabajo le corresponda efectuar, mucho mejor para su salud. No se halla una sola justificación lógica y cabal arguyendo que Bartra o Nacho son mejores defensas centrales que Víctor Ruíz o Etxeita, entre otros. El factor clave es que los dos primeros juegan en Barcelona y Real Madrid y los siguientes en Villarreal y Athletic, lo único que preocupa al director técnico vigente. Le resulta indiferente que Bartra haya disputado 360 minutos (y 331 en eliminatorias decididas) o que Nacho encuentre sus oportunidades en las lesiones de los titulares, son los más conocidos y con eso le basta. Meritocracia, ¿eso se come?
No le exijan más al ex entrenador de Real Madrid y Besiktas, bastante que se haya decidido al fin a convocar a Aduriz por aclamación popular, según él mismo (sus 31 goles y trofeo Zarra temporal no han influido, seguro que no), ya que alega que Diego Costa (1 gol en 9 partidos con la selección siendo delantero centro) se encuentra mal físicamente, que sino igual se habría quedado fuera el bueno de Aritz. En resumen, tal vez no estemos ante una peor generación de jugadores que la anterior; tal vez (y solo tal vez), la generación actual merece su oportunidad, en detrimento de una cuyo desgaste aumenta exponencialmente.
Opinión de Manrique Barbero, @manriquezurdito en Twitter
No fue una sorpresa que el conjunto de la península ibérica no quedase primero en ambas competiciones una vez más, sino la estrepitosa forma en que se despidió de ambos torneos: derrota por 3-0 ante Brasil en la final de 2013, selección que jugó con muchísima más tenacidad ya que pretendía demostrar que el ciclo de los hispanos había finalizado. E ignominiosa manita encajada ante Holanda (si, la misma selección a la que se ganó en 2010, cosas de la ´transición dulce´) en el primer partido del grupo B tan solo un año después, campeonato en que no fue capaz de avanzar hasta los octavos de final, la sorprendente Chile le comió la tostada.
Existen demasiadas preguntas cuya respuesta no resulta nada sencillo averiguar; ¿Cómo es posible pasar del agua al vino en un periodo relativamente corto? ¿Cómo se explica tranformarse en un combinado que roza la mediocridad, si es que no la toca de lleno, cuando hace no tanto cualquier otro país firmaría lo que hiciese falta con tal de no enfrentarse a él? Y he aquí la principal cuestión: ¿Han cambiado demasiadas cosas en algo más de 1000 días, o hay ciertas entidades que han procurado que no cambien las suficientes?
Si alguna mente brillante encontrase la solución a este interrogante, tanto en la teórica como en la práctica; tal vez España seguiría imponiendo su hegemonía en el deporte rey, pero la realidad indica que continua navegando sin rumbo. Digan lo que digan las declaraciones de algunos medios y personalidades, que emiten palabras manchadas por sucios intereses difuminando y emborronando el atolladero en que se encuentra la tricampeona del viejo continente, impidiéndole así encontrar una salida estable a esta precaria situación.
Cuando Vicente Del Bosque cogió el mando de ´La Roja´ en el verano de 2008, se esperaba que mantuviese dos, tres o incluso cuatro años el soporte del conjunto que cautivó al panorama futbolístico en aquel verano, y que, posteriormente, consiguiese afianzar su propio bloque de jugadores, evidentemente en función del rendimiento ofrecido en aquel intervalo de tiempo. No obstante, parece que se ha limitado a mantener el bloque establecido hace 8, ¡¡8!! años, anda que no ha llovido.
Dado que en este lapso han podido ocurrir numerosos sucesos y que el salmantino se agarra con vehemencia al grupo creado en el antepenúltimo año bisiesto, se podría afirmar que no ha habido excesivas variaciones. Pero, paradójicamente, es igualmente posible la antítesis de lo mencionado, esto quiere decir que se antoja plausible una demasía de alteraciones que han perjudicado a un combinado que daba la sensación de ser invencible.
¿Alteraciones por qué, si sólo se han retirado o han debutado jugadores cuando ha sido estrictamente necesario? Alteraciones porque, en un universo utópico, el rendimiento de los deportistas de élite no decaería con la edad, ni con los diversos acontecimientos que nos depara la vida. Quien lograra disponer de la calidad suficiente en algún momento de su carrera como para ir convocado por su país, lo conservaría hasta su último aliento, y jamás dejaría un mal recuerdo a nadie, ya que nunca llegaría al cénit en la modalidad que desempeñase, siempre podría mejorar. Por desgracia, no vivimos en una utopía y cada uno ha de disfrutar su momento en función de sus méritos actuales, no basándose en aquellos que acaecieron en el pasado. En un mundo no utópico, como es el caso del nuestro, debes aprovechar tus oportunidades ya que nada es para siempre en la alta competición, y prolongándolas absurdamente solo se empeoran las circunstancias.
Si nos regimos mediante la ley ´nos ha dado mucho en etapas anteriores, no merece que dejemos de contar con él, quizá siga siendo el mismo´, confiaríamos en Pedro Rodríguez, en que siga siendo ese extremo vertical y veloz que suponía un dolor de cabeza para las zagas rivales en 2011 y no ese jugador que, ya comenzada la temporada 2013-14, dejó de contar en el Barcelona. Y además, al que no le quedó más remedio que dirigirse a Londres en el último mercado estival, ya que no había hueco para él. Con Hiddink ha mejorado una situación atascada con Mourinho pero, ¿qué importan sus actuaciones recientes si hace 5 años era el mejor revulsivo, verdad? ¿Para qué llevar a Lúcas Pérez (15 goles ligueros con el Deportivo) si hace un tiempo no le conocía nadie?
Algo ciertamente similar sucede con Casillas, el mostoleño consiguió el reconocimiento de ´mejor portero´ en bastantes ocasiones, tanto a nivel oficial como ´informal´, la gran mayoría de la gente pensaba que Iker era el mejor guardameta del momento, y razón no les faltaba. Ese Iker Casillas no duró para siempre, ni siquiera hasta 2015, cuando el Real Madrid decidió venderle al FC Porto tras dos duros cursos en que se evidenció su declive, pero eso no es relevante; ayudará más en el europeo de 2016 un gran portero en 2012 que dos cancerberos excepcionales en 2016 (De Gea y Sergio Rico).Incluso el sorprendente Adrián San Miguel merece un premio, buena parte de las opciones del West Ham de clasificarse para torneos internacionales son gracias a sus guantes, y va a salir perjudicado porque es una aparición reciente, no comenzó a triunfar cuando dirigía Luis Aragonés.
Pero ´no solo de pan vive el hombre´, ni el bueno de Vicente solo de viejas glorias, también de jugadores vulgares que la prensa le recomienda por calentar el banquillo de los grandes clubes, ¡qué honor! Y él los acepta gustoso, ya que cuanto menos trabajo le corresponda efectuar, mucho mejor para su salud. No se halla una sola justificación lógica y cabal arguyendo que Bartra o Nacho son mejores defensas centrales que Víctor Ruíz o Etxeita, entre otros. El factor clave es que los dos primeros juegan en Barcelona y Real Madrid y los siguientes en Villarreal y Athletic, lo único que preocupa al director técnico vigente. Le resulta indiferente que Bartra haya disputado 360 minutos (y 331 en eliminatorias decididas) o que Nacho encuentre sus oportunidades en las lesiones de los titulares, son los más conocidos y con eso le basta. Meritocracia, ¿eso se come?
No le exijan más al ex entrenador de Real Madrid y Besiktas, bastante que se haya decidido al fin a convocar a Aduriz por aclamación popular, según él mismo (sus 31 goles y trofeo Zarra temporal no han influido, seguro que no), ya que alega que Diego Costa (1 gol en 9 partidos con la selección siendo delantero centro) se encuentra mal físicamente, que sino igual se habría quedado fuera el bueno de Aritz. En resumen, tal vez no estemos ante una peor generación de jugadores que la anterior; tal vez (y solo tal vez), la generación actual merece su oportunidad, en detrimento de una cuyo desgaste aumenta exponencialmente.
Opinión de Manrique Barbero, @manriquezurdito en Twitter
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