Merengues a cuartos, pero ¡qué susto!

Por LIGA BBVA miércoles, 9 de marzo de 2016 Comment

Dudas, dudas y más dudas. Eso quedó del Real Madrid – Roma.

Después de todo lo sucedido el sábado durante el primer tiempo ante el Celta, sustos, desconcierto, sin sabores… Eso mismo, pero en diferente escenario este martes, frente a la “la loba”, en la vitrina Champions, que dejó al conjunto merengue más ahogado en sudor, que en gloria.

Saltaban al campo del Santiago Bernabéu ambas oncenas, romanistas y merengues, con los fantasmas para el Madrid, del 3-4 ante el Shalke04 del año pasado. La Roma, por su parte, mantenía la esperanza de hincar el diente italiano y remontar el 0-2 de la ida.

Las primeras de cambio fueron relampagueantes, por aplicar eufemismos, pues, la loba partió como una tromba ante los blancos y con todo frente al arco del costarricense Keylor Navas. Imbatido en todo lo que va de competición europea.

Vio su arco temblar cuando Dzeko, atacante romanista, no pudo definir ante el nuevo ‘Santo’ madridista. Más tarde, antes de la media hora, Salah, un extremo muy rápido, quedó solo frente a la portería y sin que nadie lo pensara, desaprovechó una oportunidad única de cambiar la línea a favor de su equipo.

No obstante, siguió la embestida giallorossa, siempre rápidas con El-Shaarawy y Salah al ataque. Transiciones sin control. Ni Danilo, ni Marcelo le veían el rastro a estos dos extremos, que de a poco le provocaban un ataque de epilepsia a la saga merengue.

Pitazo. Segundo tiempo y el Madrid… Sí, hiperventilando y con un Bernabéu pidiendo cabezas.

Y cómo no, si a los primeros cinco minutos de reposición ya tenían la primera acción en los pies del velocista Salah, que sin acierto, volvió a perdonar al conjunto madrileño. Zidane gritaba. Nada qué hacer, a la Roma solo le faltaba suerte.

Seguidamente, en par de contras tremendas… Manolas, Florenzi… “Muro Keylor” decía “en mi arco nada, caballeros”.

El Zizou volteó al banco y bueno, que entre el chamaco. Entró Lucas Vásquez, por un Bale que volvía a ser titular, pero más allá de eso, nada. Así, este canterano, que ya venía de mostrar formas ante el Celta, dio lo que esperaba la afición merengue, ¡un salto de calidad!

Una bicicleta, adiós a Digne y un pase al centro del área que remató ese que llaman ahora “el bicho”, Cristiano Ronaldo. Un ver y no creer para la loba, que veía como se le escapaba la eliminatoria, después de tanto dominar. Un global de 3-0.

Ahora, el Madrid plantó algo de cara. Cristiano despertó un poco, que estuvo activo sí, pero de precisión escasa, más allá del gol.

En esta oportunidad le tocaba el turno a James, otro desaparecido lleno de pitos dentro del Santiago. Ronaldo recibió a la izquierda del área, abrió para la banda y el colombiano decidió patear al arco. Szczesny (vaya qué difícil de escribir este nombre), a falta de una sotana, dejó que el disparo razante del hoy extremo madridista se colara en las redes romanistas. K.O. romano.

De ahí fue un trámite, la Roma no lo creía y el Madrid ya calentaba el autobús para ir a casa y ¿celebrar? su pase a cuartos de final.

La nota del día la dejó el jugador de un solo escudo, una leyenda aún viva de las canchas mundiales. El gigantesco Francesco Totti. Este grande recibió la ovación del Bernabéu, como otras estrellas que dejaron alucinando la cancha del Real. “Ciao capitano”.