San Lorenzo vs Rosario Central: Ganó Boca

Un silbatazo, cinco pases, un rebote en el árbitro fueron los condimentos que usó San Lorenzo para abrir el marcador, cuando el reloj marcaba catorce segundos. Hector Villalba fue el autor del presuroso gol.

El partido se volvía otro. Rosario Central perdía desde el alba y el ciclón sabía que podía aprovechar tempranamente la velocidad de sus extremos.

Atrás quedó el alegre Eduardo Chacho Coudet que saludó a su ídolo Edgardo Patón Bauza, antes de que empezara el partido.  El DT del conjunto rosarino se convirtió en una furia y descargó un caudal de insultos contra Delfino. El árbitro había tocado el balón y descolocado a la defensa de Central en el gol azulgrana.

A sacar y a enfriar la cabeza.

El partido se volvía de ida y vuelta. Con un Central que, obnubilado, buscaba el empate; y con un San Lorenzo que tiraba el balón a los costados para que Villalba pise el acelerador y Sebastián Blanco piense con sus pies.

                                           Foto: TyC Sports

Las protestas eran el tipo de cambia. Pedían una amarilla por acá y otra por allá. De un lado las contras, del otro el juego por abajo sin concreción.

El equipo local tuvo dos chances para aumentar el marcador. En la tercera oportunidad, Villalba pisaba fuerte el pedal y se la pasaba a Blanco que, luego de chocar con un jugador rival, perdió estabilidad, velocidad y el balón.

La pelota quedaba en los botines de Montoya. El volante enviaba un milimétrico pase a Marco Ruben. El delantero la recibe y corre. Con una finta trata de eludir a Matías Caruzzo que lo toma sutilmente y le comete un penal que Delfino no ve. Pero que Marcos Maidana, juez de línea, cobra.

                                foto: Tyc Sports

Nestor Ortigoza, secundado por sus compañeros, avanza con vehemencia para increpar al juez. El exceso de energía en sus protestas les cuesta una amarilla a Caruzzo, autor de la falta, y a Mario Yepes.

Se tienen de frente, se miran y ven el balón. Uno parece el reflejo del otro y viceversa. Solamente los diferencia la posición y el color de la camiseta. Ruben versus Sebastián Torrico. Se rompe la similitud y el goleador del campeonato camina como si estuviera en el jardín de su casa. El arquero del ciclón ni parpadea. El rosarino tiene el balón en su botín y con un suave toque…concreta el empate.

El partido se vuelve un menjunje de pases sin destinos, trabas y protestas de ambos lados. Y así saludaban al público, así se cerraba el telón. Final del primer acto.

Rosario Central vuelve con la moral en alto y quiere el gol. Los canallas exprimen al máximo el potencial del goleador del torneo. Ruben la aguanta, pasa y en segundos, se presta para recibir el balón.

                                           foto: @TodaPasion                                       

Entre los 15 y los 17 minutos, San Lorenzo pudo aumentar el tanteador. Martin Rolle y Martin Cauteruccio se las ingenian para romper las cadenas rosarinas y acercarse al arco. Ambos, estuvieron a centímetros de concretar el grito sagrado y a unos metros de conseguir dos penales. Dos faltas que Delfino no vio.

Por momentos parecía que la victoria se quedaba en el Bajo Flores. En otros tramos el partido se iba para rosario. El ida y vuelta encendió a los espectadores. Los hinchas saltaban y gritaban contagiados por el ambiente del partido.

A los 20 minutos ingresa el enano Franco Cervi, que vuelve de una lesión. El jugador corrió hasta el vestuario para recibir instrucciones de Coudet –el dt había sido expulsado en el final del primer tiempo- y para entrar y a los cinco minutos ser partícipe de la jugada del gol.

En una brillante triangulación Marco Ruben abrió la pelota para Cervi, el bajito jugador envió un buscapiés para Larrondo la reciba y la pase a que Ruben que fusilaría al arquero. Central daba vuelta el encuentro.

Los roles se invierten. Central da vuelta un partido por décima vez en el campeonato y se pone en modo contraataque. Ahora es el ciclón el que debe buscar el empate.

Como si la velocidad y la defensa fueran su principal carta de juego, Cauteruccio roba el balón en su área, y corre unos 40 metros. Ávila recepta la pelota juega con Blanco que eleva la pelota. El pique del esférico le juega en contra a Yeimar Gómez Andrade. El error le llega como una navidad adelantada a Emanuel Mas que juega para atrás, para que Blanco llegue y vuelva a empatar el partido.

Los nervios y el enojo con el árbitro no permitieron jugar más. Sólo quedaría una jugada: Ávila, recién ingresado, se perdió el gol en la última se perdió un mano a mano contra Mauricio Caranta. Final.

Empataron San Lorenzo y Central. Ganó Boca.