Remontada Ché para salvar los muebles.

La madre de todas las batallas se disputaba esta jornada en Mestalla. La espiral negativa de Valencia y Espanyol batía en duelo a dos equipos con sus técnicos, Gary Neville y Galca, cuestionados y señalados por una afición que no quiere ni oír de la palabra descenso.

El encuentro comenzó como un vendaval y con una velocidad propia de la ansiedad y la necesidad. El Espanyol estuvo a punto de arrojar un jarro de agua fría sobre Mestalla con una doble ocasión que mantuvo el silencio entre las gradas. Caicedo remató a quema ropa dentro del área pero se encontró con una mano magistral de Alves, que volvía a la titularidad tras su lesión, finalmente, y de forma incomprensible, Mamadou cabeceó fuera el rechace de Alves con la portería totalmente vacía. Con el miedo aún en el cuerpo los chés tuvieron una gran ocasión en las botas de Parejo que botó una falta bien dirigida pero que Pau frenó con una gran estirada.

El partido era el fiel reflejo de la montaña rusa en la que están instalados los dos equipos, tanto que los dos técnicos se vieron obligados a hacer un cambio tras la lesión de Abdennour y Mamadou Sylla. El Valencia no cesaba en su intención de dominar el partido, pero era más intención que fútbol, la realidad era que el Espanyol no sufría y terminó la primera mitad mucho más entero que su rival. Esta hipótesis se hizo real en el segundo período, cuando Duarte hizo el primero para el Espanyol tras rematar el saque de esquina solo en el punto de penalti ante la pasividad de Diego Alves en el despeje. Como una fiera que huele la sangre los periquitos estuvieron a punto de hacer el segundo tras dos remates consecutivos, primero de Duarte y luego de Diop, que se encontró con “San Diego Alves” salvando a los suyos bajo la línea de gol. Cuando peor estaba el Valencia y más runrún había en la grada, Negredo, que había entrado en la segunda mitad, logró el empate con un poco de fortuna, pues su remate rebotó en un defensa del Espanyol antes de colarse al fondo de la red.

En pleno éxtasis llegó el segundo de la mano, o mejor dicho, de la cabeza de Cheryshev, que remató en plancha en el segundo palo un centro desde la derecha. El Espanyol no se vino abajo y lo siguió intentado, pero una y otra vez se encontraba con el mejor del partido, Diego Alves. El Valencia sufrió para conseguir la victoria, pero finalmente logró los tres puntos en Liga, algo que no hacía desde el mes de noviembre. Esta victoria da un poco de aire a Neville, el técnico inglés logra su primera victoria en la competición doméstica desde que ocupara el banquillo ché.

Por: @nicodaquintero