No es tu culpa.

No es tu culpa.

No es culpa de Messi nacer con una capacidad extraordinaria para llevar la pelota en su zurda mágica. No es culpa de Messi tener esa habilidad de correr a una velocidad que pocos tienen y esa tan endemoniada gambeta corta. Nació con las habilidades suficientes para convertirse en el mejor del mundo. Y ahí está, por más que a muchos le cueste admitirlo, Lionel Messi es el mejor futbolista del planeta.                   

Tampoco es culpa de Lionel Messi que Diego Armando Maradona haya nacido también en Argentina. No es su culpa que el Diego nos haya dado todo lo que nos entrego a los argentinos, que es nada más y nada menos que un Mundial y dos goles históricos contra Inglaterra en un momento sensible entre ambas naciones.  No es culpa de Messi que Diego haya significado lo que significó. No es culpa de Messi tener otra carácter, otra actitud u otra manera de andar en la cancha.

Y sin embargo, hasta hoy en día se sigue cometiendo esa injusta comparación entre ambos. Si a los argentinos nos encanta permanecer en la añoranza y el recuerdo del "10" estamos como muchas otras veces equivocándonos,llevándonos solamente a no disfrutar a ese enano superdotado que juega en el Barcelona y de vez en cuando se pone la celeste y blanca. Para lo único que quiero nombrar a Lionel Messi y a Diego Maradona en una misma oración es para agradecer a Dios que los dos hayan nacido en Argentina.

Así que dejemos de criticar a un tipo que tiene la habilidad de estar entre 4, 5 jugadores, y cuando el sentido común dice que uno no puede salir, el tipo va y pasa y probablemente después meta un pase de otro planeta o un gol inolvidable con precisión de cirujano.

-Tomás Bohórquez

Twitter: @TomasPeriodismo