CRÓNICA: Roma vs Napoli

Un solitario gol de Pjanic, las paradas de De Sanctis y el dinamismo de Iturbe fueron suficientes para que la Roma se llevase el triunfo contra un Napoli que mereció mas.

Se respiraba ambiente de partido importante en el Stadio Olímpico. La Roma saltaba al césped con un once inicial lleno de bajas. Totti, Gervinho o Keita eran algunos de los ausentes por parte del conjunto local. Rudi García apostaba por su clásico 4-3-3 con De Sanctis en portería, la defensa de derecha a izquierda con Torosidis, Manolas, Astori y Holebas. El centro del campo con De Rossi de mediocentro, acompañado por Pjanic y Naiggolan. Por último los tres de arriba eran Florenzi pegado a banda derecha, Ljajic banda izquierda y como falso nueve Iturbe.

El Napoli presentaba un once que viene siendo habitual para los de Rafa Benítez. Tan solo tenía la baja por sanción de Ilner, aunque es una pieza fundamental para el equipo. De inicio los napolitanos formaban con 4-2-3-1 con Andújar en la portería. La defensa formada por Maggio, Albiol, Britos y Ghoulam. Los dos pivotes en el centro del campo eran David López y Jorginho. Una línea de tres media puntas con Callejón derecha, Mertens izquierda y De Guzmán en el medio. Arriba en punta Gonzalo Higuaín. Por tanto se quedaba en el banquillo Gabbiadini y también Hamsik, pero lo de este último no viene siendo una sorpresa esta temporada.

Comenzaba el partido con una Roma intentando manejar el encuentro a partir de llevar la iniciativa con el balón. Le costaba imprimir velocidad al juego, lo que viene siendo una tónica habitual en los últimos partidos. El Napoli, asentado en su campo y sin una presión alta, lo único que no quería era perder una pelota en una zona comprometida y por eso su único recurso era el juego directo a los costados y una vez en campo rival intentar asociarse. Lo mas destacable en el primer cuarto de hora fue que De Rossi hizo tres acciones de tarjeta amarilla, pero por su tremenda jerarquía el árbitro Rizzoli tan solo le señaló una.

La Roma tenía dificultades para profundizar sus acciones y su juego era muy plano. Iturbe era el único capaz de agitar el ataque romanista. La primera ocasión local fue una falta lateral botada por Pjanic, la cual no tocó nadie y se fue cerca del palo derecho de Andújar. El Napoli basaba todo su ataque en las conducciones y regates de Mertens. Solo cuando el balón se situaba en banda izquierda, los de Benítez veían algo de claridad en su ataque. Un acción rápida de Callejón estuvo a punto de convertirse en penalti en contra de la Roma pero se quedó en una falta justo en el vértice izquierdo de la portería de De Sanctis.  

El fútbol es un deporte donde entran en juego muchas cosas, y una de ellas es el error humano. Ghoulam intentó salir desde la izquierda con el balón controlado, perdió el balón y una magnífica acción de Iturbe rodeado de tres romanistas acabó con un pase del argentino a la derecha para un Florenzi libre de marca, dado que Ghoulam no se encontraba allí, controló, levantó la cabeza y sirvió un caramelo en forma de pase al punto de penalti donde llegó Pjanic completamente solo y marcó su cuarto en la Serie A esta temporada. 

La mayoría de las veces encajar un gol provoca que hagas peor las cosas, pero para el Napoli no fue así. Reaccionó bien el equipo del sur de Italia y Callejón tuvo en sus pies la ocasión mas clara para los de Benítez en el partido. Higuaín golpeó un magnífico pase en profundidad hacia la banda derecha, lo mejor y único bueno que hizo en todo el partido el Pipa, para la llegada de un Callejón totalmente solo, al que le entraron las dudas delante de De Sanctis y que finalmente cedió el balón atrás para la llegada en segunda linea de De Guzmán. Su disparo rechazó en la zaga romanista.

Los minutos finales de la primera parte fueron del Napoli y se veía a un Benítez enfadado, consciente de la trascendencia del partido, por irse al descanso con desventaja en el marcador. Florenzi, y sobretodo las caídas a banda derecha de Iturbe, fue lo mas destacado de la Roma en los primeros cuarenta y cinco minutos.

La segunda parte nos dejó un nombre por encima del resto: De Sanctis. Se convirtió en el muro romano, vestido de gladiador se hizo grande en la portería y atajó todos los intentos napolitanos por empatar el partido. El portero tuvo una actuación soberbia ante sus ex compañeros y salió victorioso en todos y cada uno de los duelos.

Mertens contra el mundo. Esa fue la táctica del Napoli en la segunda parte y si no llega a ser por De Sanctis quizá le hubiese salido bien. El belga con su habilidad y partiendo desde la izquierda hizo mucho daño a la defensa romana y por allí vinieron todas las ocasiones visitantes. La Roma, consciente de que lo difícil ya estaba hecho, se dedicó a aguantar el resultado y a buscar la única luz que veían en el terreno de juego, Iturbe. Sensacional partido que completó el argentino que solo le faltó el gol para redondear su actuación.

Los cambios de Benítez no dieron efecto. Gabbiadini entró por un flojo Callejón. El italiano tuvo una chance con un disparo tremendo, con previo pase del omnipresente Mertens, pero ahí estaba De Sanctis para frustrar cualquier tipo de aspiración napolitana.

Finalmente los tres puntos se quedaron en Roma, que más que los puntos lo que necesitaban era una victoria contra un equipo importante para reforzar la moral. El Napoli se queda fuera de los puestos de competición europea y con su quinto partido consecutivo sin conocer la victoria.

Marc Pont - @ElPensador__99