Estudiantes de Mérida; el ocaso de una pasión

En Abril del año 1971 comenzó el sueño de una afición. Hoy después de casi 45 años y 2 estrellas nos preguntamos; ¿Qué ocurrirá en los próximos años con Estudiantes de Mérida?

Revisando los datos históricos del fútbol venezolano de primera división; encontramos al académico en lo más alto de la clasificación; habiendo jugado más de cuarenta temporadas en primera división. Habiendo obtenido dos estrellas y seis Copas Venezuela. Destacando además en Copas Libertadores y Merconorte. Datos resaltantes para un equipo venezolano, pero que hoy en día vive el ocaso de su fútbol.

Son más los aspectos negativos que encontramos de este equipo en los últimos tiempos que nos asombra el conocer su excelente historial. Cuando los equipos venezolanos vivían una época oscura, el Académico supo dar la cara en competencias internacionales, de hecho, formo una base para el posterior Boom Vinotinto de la mano del Doctor Richard Páez.

En los últimos años sus más grandes logros son el haber llegado a dos finales de la Copa Venezuela, perdiendo ambas con el Deportivo Anzoátegui; la segunda de las cuales la perdió en su propia casa, el Estadio Metropolitano de Mérida ante más de 38.000 espectadores.

Los escándalos, la mala gestión, y otros factores se ligan para la actual crisis que atraviesa este equipo; pero, ¿Quién es el culpable? ¿Los dueños? ¿La gerencia? ¿Los entrenadores? ¿Los jugadores? ¿La afición? Examinemos uno por uno para tratar de llegar a una conclusión.

Los dueños

Para todo es bien sabido que el principal accionista del equipo es la Gobernación de Mérida. Un ente que ha tratado desde el mismo principio de politizar al académico. Que como ocurre en todas partes, ha tomado sus buenas y sus malas decisiones; pero que deja al equipo en un círculo vicioso; los fondos dependen de que tan interesado este el gobernador de turno en el equipo del pueblo. 

La gerencia

Nombrada por la gobernación y siguiendo siempre la voluntad de esta es un factor señalado siempre por la afición como el culpable de la crisis que atraviesa la institución.

Todos recuerdan la gestión de Cegarra como presidente, y el hecho de estando el en este cargo, Estudiantes de Mérida descendió por primera vez en su historia a la segunda división del fútbol venezolano. A nadie se le olvida esto, ni que su hijo sin tener el talento que se merece el equipo, formo parte de este plantel.

El actual presidente tampoco goza de muy buena popularidad, por su doble discurso y estar a la cabeza de los últimos escándalos como el del caso de Over García o el impago de algunos ex-jugadores  Son reiteradas las peticiones de renuncia para el señor Frank Castillo, nadie lo quiere al mando del equipo, es más; el domingo pasado salieron unas declaraciones del ex-gerente general del equipo en donde acusa al señor Castillo de estafa al estado venezolano por delito de Ilícito Cambiario al desviar una cantidad importante de dólares que había que pagar a Luciano Ursino, antiguo jugador del equipo; a una cuenta de un familiar.

Los entrenadores

Un buen equipo de fútbol debe exigir de sus entrenadores la completa abnegación en su juego, en su forma de entrenar y dirigir y su trato con sus jugadores. Aunque no dudamos de esto en el caso de los entrenadores que ha tenido el equipo, siempre pensamos que han podido dar un poquito más. Muchos ex-integrantes del plantel  se han quejado por el favoritismo que existía o existe en el plantel, la llamada rosca; de que seleccionaban sus amigos o a sus preferidos para jugar, muchas veces sin tomar en cuenta a quienes en verdad se lo merecían. Pero lamentablemente eso ocurre con la mayoría de los entrenadores del Futven. Esperamos que ahora con Páez como técnico se mejore este aspecto y se refleje en el juego del equipo.

Los jugadores

Grandes jugadores pasaron en este equipo, llegando a ser de momentos la base de la selección nacional. Históricos como Scarpeccio, Chiazzaro, Richard Páez  Dudamel, por solo citar unos cuantos y respetando la gran mayoría de los fenómenos que se vistieron de rojiblanco dejaron su gran legado en la afición merideña.

Hoy en día ya no gozamos de estrellas como estas, en la temporada pasada disfrutamos de las atajadas de Ángel Hernández, y los goles de Over García; pero ya para la temporada que se viene ya no estarán ninguno de los dos.

En las últimas temporadas Estudiantes de Mérida se ha caracterizado por contratar jugadores de medio-bajo nivel para el fútbol venezolano, jugadores que no han entonado en la institución y no han enamorado a la afición. Muchos jugadores no han sudado o no están sudando lo suficiente por estos colores alegando a los factores extra-deportivos que afectan al equipo. Recordemos que el Deportivo Lara quedo campeón cuando sus jugadores tenían meses sin cobrar sus sueldos. Aunque sabemos que es difícil que se repita esto en Estudiantes, si se espera esa clase de entrega en cada uno de los integrantes del equipo.

La afición

Los equipos andinos venezolanos de distinguen por tener una gran afición que los respalda. Y no se espera menos de los seguidores emeritenses.

Un buen hincha respalda a su equipo en las buenas y en las malas. Con la excepción de los 500-600 fanáticos que van a todos los juegos como local del académico, la gran mayoría de los aficionados demuestran sus respaldo solo cuando el equipo transciende en alguna que otra competición.

Ellos exigen más de su equipo, pero no dan lo que el equipo pide de ellos. Es un sueño ver lleno al Estadio Metropolitano en cada partido que allí se juegue, y por la situación económica y social que atraviesa el país actualmente es muy difícil que eso ocurra, pero sería bonito ver en cada partido más de 15.000 personas coreando semana tras semana los nombres de sus jugadores, o los pintorescos cánticos para animar a sus futbolistas.

Analizando todos estos hechos no encontramos a un solo culpable de la situación del rojiblanco; tampoco podemos culpar a todos, solo es una gran cantidad de factores que inducen esta crisis. Cosas para aprender; muchas. A seguir trabajando duro por el bien del equipo, y que esto sea solo una pequeña página en la historia del Estudiantes de Mérida, el equipo del pueblo merideño.