Con la liga casi perdida el Madrid busca hacerse con el segundo puesto.

Con las emociones europeas muy presentes, incluidos los emparejamientos para la próxima ronda, Real Madrid y Sevilla vuelven al día a día de la Liga, con dos escenarios radicalmente opuestos.  Mientras que los andaluces llegan cargados de moral en la lucha por la cuarta plaza tras su victoria ante el Villarreal, los de Zidane vagan sin pena ni gloria por el campeonato domestico, con el título descartado y el acceso directo a Champions fuera de peligro. Si una de las misiones del francés era inculcarle dignidad a esta dura recta final de Liga, se puede decir que por ahora está fracasando en su intento.

Y es que los merengues se marcaron el pasado fin de semana en Las Palmas el considerado por muchos como el peor partido de la temporada, clásico liguero a parte, dando una imagen de dejadez extrema que solo quedó maquillada por la victoria final. La recta final de Liga se puede convertir en un viacrucis para los madridistas si los jugadores no corrigen su actitud y alcanzan la mínima profesional que se les puede exigir. Trabajo duro y desagradable para Zizou en el día  a día y que quizás le sirva para anotar nombres en la lista negra si, como se rumorea, acaba a cargo de la parcela deportiva al completo para la próxima temporada.

Por su parte el Sevilla afronta el choque como una final en su intento por alcanzar la cuarta plaza para acceder a Liga de Campeones vía Liga. A tan solo cinco puntos del Villarreal y con los de Marcelino recibiendo al Barcelona este domingo, una victoria en el Bernabéu podría suponer recortar puntos y meter aún más presión al Submarino. El buen nivel futbolístico mostrado por el equipo sevillista da alas a la esperanza en contraste con su gran lunar de la temporada, la victoria fuera de casa. Difícilmente se encontrara una plaza mejor para estrenar el casillero que el Santiago Bernabéu. 

Y pueden encontrar facilidades para hacerlo ante una defensa blanca muy castigada por las ausencias, con Pepe y Sergio Ramos con sendas sanciones, serán Nacho y Varane los que tengan que lidiar con las embestidas de Gameiro, dos futbolistas que suelen cumplir acompañado de un "jefe" pero cuya combinación suele resultar algo endeble. Casemiro, que vuelve a apuntar al 11, será un factor clave para que Keylor pueda vivir un día relativamente tranquilo, algo a lo que no está acostumbrado el tico en las últimas fechas.

Por su parte los de Emery acumulan bastantes bajas. A la de Vitolo por lesión se unieron el pasado domingo N'Zonzi y Konoplyanka, ya ausencias confirmadas para el partido del domingo. Además se unen la segura baja de Banega, que fue expulsado ante el Villarreal y la probable de Khron-Dehli, con una contusión en la rodilla, lo que podría obligar a Emery a alinear a un lateral como Escudero en el extremo izquierdo.

El que seguro estará será Gameiro, que con su doblete ante el Basilea el pasado jueves, ya ha igualado su mejor cifra goleadora en una temporada como sevillista, principal arma con la que contará el equipo para imponerse en un estadio donde no lo hace en Liga desde 2008, en un 3-4 con gol final de Romaric. Ante el francés, un Cristiano que ha hecho del Sevilla su víctima favorita en liga, con 19 goles. Auténtico partidazo para cerrar la jornada.

Por: @nicodaquintero