
Y SIGUEN SIENDO EL REY ESPAÑOL
El Barcelona es campeón de Liga. Así acaba la historia de esta temporada. Los azulgranas terminaron con las especulaciones, los maletines y las cábalas e hicieron lo que tenían que hacer para alzarse con el título, ganar en Los Cármenes ante el Granada.
El Barcelona salió tímido y algo temeroso, como el que sabe que tiene el objetivo muy cerca pero que sabe que un fallo puede condenarlo. El mal estado del césped y el repliegue en defensa del Granada, con hasta cinco hombres atrás, no ayudaron a que los azulgranas a que se sintieran cómodos anhelando esa velocidad de circulación que los identifica.
El Barcelona achuchaba pero no encontraba huecos para hincar el diente y hacer daño. Hacía falta magia, alguien que encontrase un hueco allí donde nadie más lo viséese, y ese hombre fue Neymar. El Brasileño asistío a Jordi Alba, que había encontrado en su costado un lugar ideal para hacer daño en ataque, el lateral cedió atrás y Suárez empujó al fondo de la red para hacer el primero y desquitarse de miedos y nervios.
Con el primer objetivo cumplido, que era el de abrir el marcador, el Barcelona estaba más seguro sobre el verde, y su maquinaria comenzó a funcionar. Luis Suárez decidió que sería una de sus tardes y dio el segundo zarpazo con un segundo tanto que hacía acariciar el tirulo a los suyos. Alves colgó un balón con fe sobre la línea de fondo y el uruguayo cabeceó llegando desde atrás con mucha potencia.
En la segunda mitad un Barcelona más seguro de sí mismo comenzó a gustarse, lo que no impidió un pequeño susto de un viejo conocido, Cuenca tuvo una buena contra que Ter Stegen sacó bajo palos sin demasiadas complicaciones. Neymar pudo cerrar con un tercer gol que hubiera sido definitivo, pero se encontró con un Andrés Fernández bastante inspirado.
La tensión, más entre los jugadores que en el propio juego, marcó el devenir de lo que restaba de partido. El Granada no asustaba y el Barcelona dejó de pisar el acelerador, porque los minutos pasaban y parecía que no habría sobresaltos ni giros de guión. De hecho, Suárez, certificó su tarde mágica e hizo el tercero en su cuenta personal para ganar el pichichi y la bota de oro tras un gran regalo de Neymar que le cedió el tanto e inició la fiesta en el estadio y en el banquillo.
La presión de sus perseguidores no pudo con los de Luis Enrique y no falló en la última cita del curso alzándose la liga número 24. Una temporada complicada para el Barça, que perdió por el camino uno de sus grandes sueños: la Champions, pero que se salda con un, no menos importante, título liguero. Luis Suárez además bate números y se hace con el pichichi y la bota de oro y hace campeón al Barça con un hat trick.
@nicodaquintero
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