Crónica Almeria vs Valencia

La primera parte lejos de ser loca fue intensa. Y tremendamente injusta para el Almería. O eficaz para el Valencia, según se mire. Lo cierto es que todo lo pusieron los andaluces de tal manera que los dos goles del Valencia, que vinieron tras sendos corners, fue un excesivo premio a lo visto sobre el terreno de juego. A falta de recursos, los de la Capital del Turia se han labrado su camino hacia la Liga de Campeones en la pizarra. De hecho, Seis de los últimos nueve tantos valencianistas han llegado a balón parado. El segundo, decisivo, sobre la bocina, y culminando una extraordinaria jugada de manual, con José Gayá colgando, Javi Fuego llegando sobre la línea de fondo y sirviendo atrás para que Feghouli marcase su primer tanto a domicilio en esta temporada.

Hasta este momento, el conjunto toronja estaba noqueado, desquiciado y pidiendo faltas y expulsiones de manera desproporcionada. En uno de esos lances, Mauro dos Santos resultó lesionado. También importante para el devenir del choque, más que nada porque era el último central que le quedaba a Sergi Barjuan en la recámara que improvisó con Verza y Dubarbier. Los rifi rafes eran producto de que no le sonreían las cosas al Valencia. La Champions siempre fue suya porque el Sevilla no ganaba en Málaga, pero el marcador desde el principio empezó a jugarle una mala pasada a su confianza.

Como sucediera ante el Celta hace una semana, no se habría cumplido el minuto 10 cuando los che encajaron el primer tanto. Golazo de Thomas Partey, el primero de falta de un africano en cuatro años. Por el exterior, por fuera y en el que Diego Alves contribuyó activamente. El ghanés ha marcado cuatro goles, los cuatro en casa y los cuatro con Sergi Barjuan como técnico. El mazazo afectó a los valencianos que había empezado dominando y que luego no rematarían por primera vez hasta el minuto 19 por medio de Rodrigo de Paul. El segundo intento fue para dentro. Otamendi se convertiría en el defensa máximo goleador al conectar un cabezazo inapelable a centro del propio Rodrigo de Paul.

El tanto fue una mera anécdota porque el Almería lo siguió intentando exprimiéndose físicamente, algo que notaría en la segunda parte. Pero, ¿para qué pensar en la segunda parte si te adelantas en el marcador? Gran acción de Thievy en el interior del área, paradón de Diego Alves y Fernando Soriano, en semifallo y botando anotaba su primer tanto ante su público de la temporada. Era el 2-1 y el Valencia estaba noqueado. Los medios no sabían elaborar y eran comidos por un Almería que a punto estuvo de hacer el tercero. Fernando Soriano no llegó por milímetros a un gran envío desde la izquierda de Espinosa. A esta acción contestó un cabezazo desde el corner. El conjunto naranja se encomendaba al cielo y a la estrategia. De esta manera, y de la forma más anímica posible, marcó ese segundo gol que le dio la vida.

Porque el conjunto che se olvidó de jugar al fútbol frente a un rival fundido, que no tenía defensas y que, a falta de un gol, lo intentaba con el corazón. No hubo juego ni patrón alguno tras el paso por los vestuarios. Los de Nuno presionaban en tres cuartos pero se pusieron más nerviosos cuando el Sevilla se colocaba con 0-3 en La Rosaleda. Todo pintaba negro. Hasta el portero, Diego Alves, se lesionaba en la mejor ocasión almeriense, dejando a los levantinos sin cambios. A ninguno le convenia el empate y ambos se lanzaron al ataque. Y ahí el Valencia es superior al Almería. Porque entonces llegó el error de Casado y el mano a mano de Paco Alcácer. El internacional. El que puede ser el futuro 9 de España no perdonó. Se fue a celebrarlo con los desplazados que estaban de fiesta en el funeral de los Juegos, con una afición del Valencia que ha vivido tiempos recientes muy duros para que esta previa de la Champions League le sepa a gloria.

 

Por : Nicolás López 

@nicodaquintero