Se rompe el maleficio de los clásicos

Otro clásico. Nadie lo quería ver. Todos temían que continuara la maldición de los cero a cero que afectó a todos los partidazos de la anterior fecha. Ni la posición de los equipos nos esperanzaba. El ciclón podía terminar como puntero indiscutido si alcanzaba la victoria. Mientras que los locales, con la victoria, podían llegar a un punto de los azulgranas.

Un romance de adolescentes durante el primer tiempo. La pelota, preciosa, buscaba conseguir un beso de su amada, la red. Se mostraba y danzaba en los pies de los acompañantes que trataban de llevarla al altar. Pero, como Romeo y Julieta, parecía un amor prohibido.

San Lorenzo tenía la pelota y buscaba aprovechar la velocidad que aportaban sus jugadores por el costado. Pero no llegaba a ser incisivo. Tiros blandos llegaban a las duras manos de Campaña, arquero local.

Los de Avellaneda bordeaban el área y movían la pelota. Les costaba y se les hacía imposible superar la línea custodiada por Matías Caruzzo y Marcos Angeleri. Diego Vera se movía de izquierda a derecha pero la pelota le llegaba sucia. La tenía incómoda.

Una media chilena de Blandi y dos salvadas de Torrico fueron las citas que más se acercaron al gol. El árbitro nos alegró con el pitido.

Comenzaba el epílogo del partido  y un bello gol despertaba al público. Un sutil toque de Belluschi dejaba la pelota en el interior del botín derecho de Nicolás Blandi que ubicaba la pelota en el ángulo y concretaba el primer tanto del encuentro. Más tarde se convertiría en el único.

El rojo, como una tromba, arremetía contra Torrico. Otra vez, Independiente se movía en el perímetro del área visitante pero los laterales y centrales azulgranas se mostraron férreos y siempre atentos. Ni  el aire podía pasar esa línea de cuatro guerreros.

El encuentro se volvía monótono y mediocre. El rojo no era profundo y el ciclón era conformista, no buscaba el empate.

Sin peligro y sin susto el ciclón ascendía a la punta del campeonato. Otro clásico flojo pero al menos volvieron los goles.